jueves, 21 de septiembre de 2017

¿Qué es la creatividad?


La palabra creatividad deriva del latín creare, que significa engendrar, producir, crear, tener hijos. A su vez, creare viene de una raíz indoeuropea, ker. Está emparentada con la palabra crescere: crecer.

Creatividad resulta ser un término bastante complejo para ser definido. Por eso, existen numerosas interpretaciones para esta palabra. Para ello, he seleccionado las más aceptadas o más destacadas según el prestigio del autor en el ámbito de la creatividad y la innovación, y serán expuestas en orden cronológico.

La definición más antigua de término data de 1930, y lo hace por parte del psicólogo Charles Spearman, quien considera que la creatividad es "un proceso de ver o crear relaciones en que los procesos conscientes y subconscientes operan conjuntamente".

Posteriormente, encontramos las definiciones de Joy Paul Guilford, de 1952 y 1971, respectivamente: "La creatividad, en sentido limitado, se refiere a las aptitudes que son características de los individuos creadores, como la fluidez, la flexibilidad, la originalidad y el pensamiento divergente. No es el don de unos pocos escogidos, sino que es, una propiedad compartida por toda la humanidad en mayor o menor grado" y "la creatividad es la capacidad o aptitud para generar alternativas a partir de una información dada, poniendo el énfasis en la variedad, cantidad y relevancia de los resultados". El psicólogo fue el pionero de las teorías modernas sobre creatividad puesto que abrió una nueva comprensión al considerarla como una característica independiente de la inteligencia.

Un año después, en 1953, el especialista en creatividad y publicidad Alex Faickney Osborn concibe la creatividad como "la aptitud para representar, prever y producir ideas. Conversión de elementos conocidos en algo nuevo, gracias a una imaginación poderosa".

En 1960, encontramos la definición del psicólogo Donald M. MacKinnon: "La creatividad responde a la capacidad de actualización de las potencialidades creadoras del individuo a través de patrones únicos y originales". Para él, la creatividad es un proceso, el cual debe ser breve, cumpliendo tres condiciones: implicar una idea poco frecuente, que esta idea se adapte a la realidad, y que esta idea sea evaluada y desarrollada hasta su aplicación final.

El psicólogo E. Paul Torrance, en 1965, nos da una definición muy completa que nombra los elementos más importantes del proceso creativo: "La creatividad es un proceso que vuelve a alguien sensible a los problemas, deficiencias, grietas o lagunas en los conocimientos y lo lleva a identificar dificultades, buscar soluciones, hacer especulaciones o formular hipótesis, aprobar y comprobar estas hipótesis, a modificarlas si es necesario además de comunicar los resultados".

Howard Gardner, uno de los psicólogos más reconocidos actualmente en materia de creatividad y creado del modelo de “inteligencias múltiples”, también hace su aportación en 1993. Para él, la creatividad es la “caracterización reservada a los productos que son inicialmente considerados como novedosos en una especialidad, pero que, en último término, son reconocidos como válidos dentro de la comunidad pertinente”. En 1999, afirma que “la creatividad no es una especie de fluido que pueda manar en cualquier dirección. La vida de la mente se divide en diferentes regiones, que yo denomino ‘inteligencias’, como la matemática, el lenguaje o la música. Y una determinada persona puede ser muy original e inventiva, incluso iconoclásticamente imaginativa, en una de esas áreas sin ser particularmente creativa en ninguna de las demás”, definiendo en 1998 a la persona creativa como “persona que resuelve problemas con regularidad, elabora productos o define cuestiones nuevas en un campo, de un modo que al principio es considerado nuevo, pero que al final llega a ser aceptado en un contexto cultural complejo”.


Robert J. Sternberg también es uno de los psicólogos más reconocidos actualmente en creatividad e inteligencia y sus definiciones se decantan claramente por la novedad y el valor. Para él, la creatividad (definición de 1997) es “la habilidad de generar trabajo que es simultáneamente novel (original, inesperado) y apropiado (esto es, útil, adaptado a las tareas)”.

La creatividad es cualquier acto, idea o producto que cambia un campo ya existente, o que transforma un campo ya existente en uno nuevo”. Esta es una definición que nos da en 1996 Mihály Csíkszentmihályi. Es uno de los máximos exponentes de la Psicología Positiva. Sus definiciones destacan la novedad y el valor y describen también el proceso. Un aspecto muy importante es que valora tanto el resultado como el hecho de encontrar un “objeto creativo”. Este autor señala varios grados de creatividad: Creatividad con ‘C’ mayúscula y creatividad con ‘c’ minúscula.

Ricardo López Pérez, autor del “Diccionario de la Creatividad” (2001), donde recoge numerosos conceptos y expresiones habituales en los estudios sobre creatividad. López Pérez nos dice: “Existen numerosas maneras de definir creatividad, de acuerdo con distintos énfasis y extensiones. Una definición relativamente breve e integradora es la siguiente: Capacidad para formar combinaciones, para relacionar o reestructurar elementos conocidos, con el fin de alcanzar resultados, ideas o productos, a la vez originales y relevantes. Esta capacidad puede atribuirse a las personas, grupos, organizaciones, y también a toda una cultura. En medida importante la creatividad equivale a una cierta manera de utilizar lo que está disponible, a hacer un uso infinito de recursos necesariamente finitos”.

Por último, señalamos la definición que nos da la doctora en creatividad y pedagoga Jessica Cabrera Cuevas en 2014: “La creatividad finalmente podría expresarse como un comunicare o común unión entre nuestra conciencia elevada de ser creador y el mundo que queremos crear o como la manera más bella y perfecta de conectarnos a nosotros mismos, a los demás, a la naturaleza y a Dios o aquello que nos trasciende”.

Para mí, la creatividad es cualquier idea ingeniosa, poco usual y original, la cual no haya tenido nadie antes. Hablo de cualquier área: arte, moda...


Dicho todo esto... Vamos al aspecto realmente importante. Está claro que en la mayoría de las escuelas se sigue trabajando bajo un mismo patrón con todos los alumnos, sin dejar que ellos formen parte de su aprendizaje.


Por tanto... ¿Las escuelas matan la creatividad? Aquí tenemos la opinión de Ken Robinson, educador y escritor, doctor por la Universidad de Londres y experto en temas relacionados con la creatividad, la calidad de enseñanza, la innovación y los recursos humanos.


Para él, la creatividad es el “proceso de tener ideas originales que tienen valor”.

Ken Robinson nos cuenta que todos los sistemas educativos del mundo tienen la misma jerarquía de materias, donde en la cúspide de la pirámide se encuentran matemáticas y lengua, en medio se encuentran las humanidades y, en lo más bajo de ella, las artes. “No hay ningún sistema educativo que enseñe danza todos los días de la misma forma en que enseñamos matemáticas” ¿Por qué pasa esto? Un alumno que sea brillante en las artes, no tendrá el mismo rendimiento académico que uno que sea un excelente matemático. No tiene sentido que le quitemos importancia a asignaturas como música o educación artística. La música tiene numerosas ventajas en la educación: les sirve a los alumnos para expresarse libremente, mejora la habilidad en el estudio de otras materias (como la lectura o las matemáticas), mejora su coordinación, actúa sobre todas las áreas del desarrollo del niño, por lo que incita a la mejora y a un completo desarrollo intelectual del mismo, y requiere mucha constancia y persistencia, valores esenciales en la educación de los más pequeños. A su vez, la educación plástica y visual también tiene su lista de virtudes: estimula el desarrollo de las habilidades cognitivas de los niños, incrementa la percepción del entorno, promueve la seguridad y la autoestima de los niños, y lo más importante en mi opinión, el arte sirve como un vehículo de expresión de emociones, sentimientos e ideas.

Muchas personas brillantes y creativas piensan que no lo son porque aquello en lo que sobresalían en la escuela no era valorado o era estigmatizado”. Muchos adultos siguen pensando que los estudios relacionados con las artes tendrán pocas salidas profesionales, por lo que condicionan a los propios pequeños a la hora de que estos elijan su futuro. 

Es hora de empezar a cambiar la educación, dando lugar a que todos los alumnos encuentren su lugar, pudiéndose dedicar a lo que realmente consideren como vocación. Creemos alumnos creativos, libres, autónomos. Serán mucho mejor que aquellos que sean educados como marionetas. ¿No creen?

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